2/8/25

¿SOMOS LUZ O TENEMOS LUZ?

 


Entre las muchas discusiones que tuvo Jesús con los fariseos, la referida a la validez de su testimonio fue una de más detalladas en los evangelios.  Juan 8:12 (NVI) dice: “Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. El testimonio de Jesús es válido porque está confirmado por el Padre (Mateo 3:17; 17:5; 2 Pedro 1:17). Había participado de la fiesta de los tabernáculos donde se encendían enormes candeleros que recordaban la columna de fuego con que Dios los había guiado a través del desierto y retomando la ilustración de luz divina como guía, pone a los fariseos antes dos problemas: entender quién es él y reconocer que debemos imitarlo.

Jesús insiste en afirmar varias veces quien es (el camino, la verdad, la vida, el buen pastor, la resurrección y otros tantos nombres que nos confirman lo que hemos aceptado y es que estamos ante el Hijo de Dios) y en esta oportunidad Jesús afirma otra vez que es la “luz del mundo” (lo mismo que dice Juan en 1:4 y confirma Jesús en 3:19, 9:5, 12:35, 12:46, dando a entender con la repetición, la importancia de tener claro este concepto); Jesús es la antítesis de la muerte porque nos restaura a la esperanza de volver a tener la vida eterna que el pecado nos había quitado. Esto es fácil de aceptar, porque su vida lo pone de manifiesto momento a momento, lo confirmó el Padre, numerosos textos de toda la Biblia, y lo más importante, una innumerable cantidad de vidas cambiadas por su influencia. Pero la segunda parte del texto nos crea algo que demanda un profundo auto análisis; dice que quien lo siga, “no andará en tinieblas; sino que tendrá la luz de la vida”. Así como Cristo es la imagen de Dios en la tierra, nosotros debemos ser la imagen de Jesús. Si Jesús es la luz y no hay tinieblas en él y nosotros somos cristianos porque seguimos a Jesús y dependemos de él, no podemos seguir en tinieblas como antes; tendríamos que andar en luz siguiendo su ejemplo. Al tener su luz en nuestra vida, comenzaremos a iluminar a otros que todavía no la tienen, no por mérito propio porque la luz es de él y no nuestra. Esto no solo se trata de portarse bien, sino de vivir mejor, bajo su guía y soberanía. No nos sirve intentar brillar como si tuviéramos luz propia; solo generaremos sufrimiento sobre nosotros. Debemos seguir su luz, permitir que su luz brille. Esto implica reconocer que no somos fuente de luces, actuamos como luces. Él es nuestra fuente: solo conectados a él podemos iluminar, desconectados de él no podemos iluminar bien.

John Newton (1725-1807), el reconocido autor de himnos inglés dijo: “Cristo ha llevado nuestra naturaleza al cielo para representarnos y nos ha dejado en la tierra con su naturaleza para representarlo”. El amor mostrado hacia nosotros, al transformar su divinidad en simple humanidad para morir en nuestro lugar y saldar nuestros pecados ante Dios, nos muestra su grandeza. Ahora, tenemos que responder también con amor y entregarnos a él. El cambio que esto provocará en nosotros será una luz para aquellos que todavía no lo conocen. Nuestras prácticas pecaminosas irán quedando atrás en esta nueva senda que emprenderemos y poco a poco, iremos desarrollando el carácter de Cristo y nuestro cristianismo alumbrará el camino de otros que todavía no conocen a Jesús. Es un gran privilegio que no podemos desaprovechar. Nos encargó su representación en la tierra: “Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios” (2 Corintios 5:20).


                                                                                                                    Angel Magnífico

NUESTRO LIBRO A SU ALCANCE



¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”

Acerca del autor

ANGEL MAGNÍFICO

Es Profesor de enseñanza secundaria y especial en Historia y Licenciado en Ciencias Sociales. Actualmente complementa sus veinte años de experiencia docente con la tarea de dirección académica de una importante escuela.

Realizó la conducción y producción de programas radiales, donde se analizaban temas cotidianos desde una perspectiva histórica. Fue productor de libretos multimedia para el aula digital de una reconocida empresa. Dictó diferentes cursos y conferencias referidas a temas de educación, historia y bíblicos. Participó en la publicación de varios artículos y cuentos en revistas, sitios web y libros en colaboración con otros autores.

Ha dado numerosas charlas y conferencias referidas a temas de su especialidad y los relacionados con el sufrimiento humano, analizándolos desde diferentes perspectivas centradas en La Biblia.

Fruto de esas experiencias resulta el ensayo “¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”.


por_que_sufrimos@yahoo.com.ar

@porquesufrimos

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