27/4/24

¿DOMINAMOS LAS CIRCUNSTANCIAS O ELLAS NOS DOMINAN A NOSOTROS?


 

Solemos atribuir a las circunstancias, una sobrevaloración y un poder que generalmente no tienen, a menos que nosotros mismos se lo concedamos.  Está claro que es mejor tener alimento que no tenerlo, o gozar de una disposición genética favorable que heredar alguna tendencia hacia determinadas enfermedades; por supuesto que quienes han gozado de una buena educación tendrán más oportunidades laborales que quienes no han podido educarse; y así, podríamos enumerar una serie de factores sumamente complejos que creemos que nos determinan más allá de nuestros deseos o posibilidades. Sin embargo, todos conocemos ejemplos de personas que han superado todas las expectativas desfavorables que había respecto a ellos y otras que, a pesar de tener todas las oportunidades a su favor, desaprovecharon su vida. La realidad puede influir sobre nosotros, es cierto, pero nosotros también podemos influir sobre ella si Dios nos guía.  

Las circunstancias son pasajeras; el plan de Dios es eterno. Por esto, Pablo escribía en 1 Tesalonicenses 5:16-18 (TLA): “Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son”. Si Dios está al frente, no hay por qué preocuparse; hay que ocuparse. Pablo no era un hombre que permitía que las circunstancias lo determinaran totalmente. Sabía que había un poder superior que las podía dirigir para su educación, maduración o hacia algún otro motivo proveniente de Dios. Podía estar contento. Se había entregado a Cristo y permitía su guía en toda circunstancia: “…no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme” (Gálatas 2:20 TLA). Por eso dijo: “…no me avergüenzo de lo que me pasa, porque yo sé bien en quién he puesto mi confianza…” (2 Timoteo 1:12 TLA). O el clarísimo “Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones” (Filipenses 4:13 TLA). Esto implica una vida de oración y comunión constante. Su carácter era tan equilibrado y cultivado por Dios, que no se dejaba dominar por las circunstancias difíciles que le tocaban vivir. No vivía en una nube; vivió bajo el imponente dominio del Imperio Romano, que no tuvo un trato benévolo con los cristianos y menos con él; su ambiente religioso era estricto y por eso fue perseguidor de cristianos. Sin embargo, llegó a transformarse en formador de iglesias. En todas las circunstancias difíciles que vivió, trataba de fortalecerse en Cristo y agradecer a Dios. Parece rendirse constantemente al control de Dios sobre su vida y como única fuente de poder.

Todos nosotros hemos pasado por algunas circunstancias que no hubiéramos querido soportar; y tal vez oramos para que Dios la cambie y no lo hizo; entonces tendemos a pensar que somos culpables de nuestra poca fe. Pero, podría ocurrir que Dios no cambia alguna circunstancia para tener la posibilidad de usarla para cambiarnos a nosotros. Seguramente para sufrir menos y si nos hemos entregado a Dios, debemos recordar con mayor frecuencia dar “… gracias a Dios en cualquier circunstancia”. Será un aliento para seguir en el camino que nos toca andar, mientras Dios nos prepara para superarla.


                                                                                                                          Angel Magnífico

NUESTRO LIBRO A SU ALCANCE



¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”

Acerca del autor

ANGEL MAGNÍFICO

Es Profesor de enseñanza secundaria y especial en Historia y Licenciado en Ciencias Sociales. Actualmente complementa sus veinte años de experiencia docente con la tarea de dirección académica de una importante escuela.

Realizó la conducción y producción de programas radiales, donde se analizaban temas cotidianos desde una perspectiva histórica. Fue productor de libretos multimedia para el aula digital de una reconocida empresa. Dictó diferentes cursos y conferencias referidas a temas de educación, historia y bíblicos. Participó en la publicación de varios artículos y cuentos en revistas, sitios web y libros en colaboración con otros autores.

Ha dado numerosas charlas y conferencias referidas a temas de su especialidad y los relacionados con el sufrimiento humano, analizándolos desde diferentes perspectivas centradas en La Biblia.

Fruto de esas experiencias resulta el ensayo “¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”.


por_que_sufrimos@yahoo.com.ar

@porquesufrimos

http://por-que-sufrimos.blogspot.com.ar