20/4/24

¿DE QUÉ FORMA PODEMOS ESCUCHARLO MEJOR?

De las muchas formas en que Dios puede hablarnos, ¿cuál es la mejor? “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (Hebreos 1:1-2). Esas “muchas maneras” de Dios son sus diferentes métodos de comunicación: a través de la naturaleza, de su palabra escrita (la Biblia), de su palabra viviente (Cristo), de su palabra hablada, de su providencia, respondiendo a los pedidos de nuestras oraciones, etc. 

Cuando sufrimos, lo único que a veces pedimos, como Job, es poder escuchar a Dios. Ninguno de sus amigos acertó a decirle por qué estaba sufriendo. Hacen todo lo contrario, lo castigan con prejuzgamientos tan equivocados que solo dañaron más a Job“Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino…” (Job 38:1; 40;6). Dios no había hablado desde el capítulo 2; Job esperó hasta el 38 y ahora lo hace desde un torbellino (tempestad, tormenta, viento fuerte o huracanado). Nada preparó a Job ni al creyente de hoy, para esta repentina aparición de Dios. Esta forma de revelarse también aparece en Isaías 29:6 cuando dice que la ciudad de David sería visitada por Dios “con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor”. Sin embargo, cuando en medio de su problemática huida, que lo lleva a pedirle a Dios que le quite la vida, Elías también lo escucha a través de un “silbo apacible”: “…Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado” (1 Reyes 19:11,12). Recién allí, Dios comenzó a hablarle. Estaba solo y en un país extraño. Necesitaba una revelación poderosa de Dios a través del viento, del terremoto y del fuego, para ver su omnipotencia. Pero también necesitaba un “silbo apacible y delicado” como una suave brisa, símbolo de la relación de intimidad espiritual que esperaba del profeta, para calmar su impaciencia y demostrarle su omnipresencia (está en todos lados con él) y su omnisciencia (lo sabe todo).

Dios nunca se queda sin palabras. Siempre busca acercarse para hablarnos. Pero muchas veces estamos ocupados y otras veces estamos preocupados, generalmente distraídos o demasiado concentrados en otras voces de nuestro alrededor. Clive S. Lewis (1898-1963), famoso medievalista, apologista cristiano, ensayista y escritor británico dijo: “Dios nos susurra a través de la creación, nos habla a través de Las Escrituras y nos grita a través del sufrimiento”. Esto significa que, en muchos casos, Dios intenta decirnos cosas para nuestro bien y al no escucharlo, debe acudir a otros métodos para captar nuestra atención. Siempre somos nosotros los que provocamos la interrupción de la comunicación.

¿Cómo escuchar a Dios en medio de nuestras tempestades de la vida? Orando más, pero también mirando mejor a Cristo, prestándole más atención: Jesús no trae un mensaje más, es el mensaje; es la perfecta revelación de Dios. Por eso dijo: “Este es mi Hijo, mi escogido. ¡Escúchenlo! “(Lucas 9:35 NVI). 

                                                                                                                    Angel Magnífico

 




NUESTRO LIBRO A SU ALCANCE



¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”

Acerca del autor

ANGEL MAGNÍFICO

Es Profesor de enseñanza secundaria y especial en Historia y Licenciado en Ciencias Sociales. Actualmente complementa sus veinte años de experiencia docente con la tarea de dirección académica de una importante escuela.

Realizó la conducción y producción de programas radiales, donde se analizaban temas cotidianos desde una perspectiva histórica. Fue productor de libretos multimedia para el aula digital de una reconocida empresa. Dictó diferentes cursos y conferencias referidas a temas de educación, historia y bíblicos. Participó en la publicación de varios artículos y cuentos en revistas, sitios web y libros en colaboración con otros autores.

Ha dado numerosas charlas y conferencias referidas a temas de su especialidad y los relacionados con el sufrimiento humano, analizándolos desde diferentes perspectivas centradas en La Biblia.

Fruto de esas experiencias resulta el ensayo “¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”.


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@porquesufrimos

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