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10/5/25

¿SOMOS ESTRELLAS O ESTRELLADOS?


 

Abraham es el “padre de todos los creyentes” (Romanos 3:11) y ejemplo de fe para el judaísmo, el cristianismo y el islamismo. Su figura patriarcal se basó en dejarse guiar por las promesas de Dios. Salió de Ur, su tierra natal, sin saber adónde iba porque “creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia” (Romanos 4:3). Dios le prometió: “de cierto te bendiceré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar…” (Génesis 22:17). De esa descendencia, nacería el Mesías que salvaría al mundo de sus pecados. En este encuentro con Dios, el patriarca escucha  la promesa, después que “Dios probó a Abraham” (v. 1) pidiéndole que sacrifique a Isaac. Mantuvo su fe desde el principio al fin de su prueba porque le dice a sus siervos, antes de subir al monte Moriah con Isaac, “iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos” (v. 5), pensando que Dios “proveerá de cordero para el holocausto” (v. 8), cosa que hace cuando interrumpe el sacrificio de su hijo (v. 12), reconociendo su obediencia. No solo se atrevió a dejar atrás su pasado, sino también a abandonar su futuro (nosotros sabemos que se trataba de una prueba, pero Abraham no lo sabía en ese momento; tenía que decidir entre las promesas de Dios y el Dios de las promesas). Es interesante notar las palabras que Dios usa para referirse a su descendencia. Son dos expresiones bien diferentes.

Por un lado, su descendencia sería multitudinaria como las “estrellas”: no solo llamamos así a enormes esferas de gas, calientes y brillantes que son capaces de producir su propia luz y energía, como el sol, sino también a personas que se distinguen en las artes o profesiones; todo el mundo ve admirado a estos tipos de estrellas; señala un destino de grandeza que muchos creyentes han tenido. Por otro lado, su descendencia sería multitudinaria como “la arena”: no solo llamamos así a pequeños fragmentos milimétricos de rocas o minerales, a quien nadie presta atención y todo el mundo pisotea sin cuidado, sino también a un grupo especial de personas que están, pero que nadie o pocos, las ven porque son consideradas insignificantes o sin importancia para los demás; señala un destino sufrido que muchos creyentes han tenido.

Hebreos 11:12 dice que la descendencia de Abraham, fue “como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar”. Solo creyó en Dios, aunque un día le promete un hijo y otro día estuvo a punto de quitárselo. No fue fácil, pero sí seguro. Se repiten las mismas expresiones en otras citas como Jeremías 33:22 (NVI): “Yo multiplicaré la descendencia de mi siervo David, y la de los levitas, mis ministros, como las incontables estrellas del cielo y los granos de arena del mar”. Dios quiere enseñarnos que no estamos solos con nuestra lucha: “Como la arena serían tus descendientes; como los granos de arena, tus hijos; su nombre nunca habría sido eliminado ni borrado de mi presencia” (Isaías 48:19 NVI). Ante los ojos de los demás, y aún de nosotros mismos, podremos ser como “estrellas” (brillantes, afortunados, dichosos, bendecidos, etc.) o como “estrellados” (sin brillo, desafortunados, infelices, sufridos, etc.). Sin embargo, no desapareceremos de su vista sin que note nuestra alegría o tristeza, nuestra prueba o sufrimiento, nuestra satisfacción o necesidad. Y ahí estará amándonos. Lo prometió.

                                                                                       Angel Magnífico

NUESTRO LIBRO A SU ALCANCE



¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”

Acerca del autor

ANGEL MAGNÍFICO

Es Profesor de enseñanza secundaria y especial en Historia y Licenciado en Ciencias Sociales. Actualmente complementa sus veinte años de experiencia docente con la tarea de dirección académica de una importante escuela.

Realizó la conducción y producción de programas radiales, donde se analizaban temas cotidianos desde una perspectiva histórica. Fue productor de libretos multimedia para el aula digital de una reconocida empresa. Dictó diferentes cursos y conferencias referidas a temas de educación, historia y bíblicos. Participó en la publicación de varios artículos y cuentos en revistas, sitios web y libros en colaboración con otros autores.

Ha dado numerosas charlas y conferencias referidas a temas de su especialidad y los relacionados con el sufrimiento humano, analizándolos desde diferentes perspectivas centradas en La Biblia.

Fruto de esas experiencias resulta el ensayo “¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”.


por_que_sufrimos@yahoo.com.ar

@porquesufrimos

http://por-que-sufrimos.blogspot.com.ar