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13/9/25

¿CUÁL FUE LA CLAVE DE DAVID PARA SUS ÉXITOS?

 


Samuel fue el encargado de decirle a Saúl, primer rey de Israel, que “el Señor ya está buscando un hombre más de su agrado y lo ha designado gobernante de su pueblo, pues tú no has cumplido su mandato” (1 Samuel 13:13). Ese hombre fue David que sería un gran rey de Israel, amado y respetado por todos; siempre en la memoria y en los sucesos claves de su historia. Dice el texto: “era buen mozo, trigueño y de buena presencia” (1 Samuel 16:12). Fue el menor de ocho hermanos; pastor del ganado de su padre, con una valentía a toda prueba si se trataba de defenderlo de leones y osos (1 Samuel 17:34-36). Cuando Samuel lo unge como rey, “el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con él” (1 Samuel 16:13), dando a entender la presencia permanente de Dios en él y no meramente ocasional. Oculta su ungimiento hasta que Dios lo indicó y entra al servicio de Saúl porque “sabe tocar el arpa. Es valiente, hábil guerrero, sabe expresarse y es de buena presencia. Además, el Señor está con él” (1 Samuel 16:18). Sin embargo, no lo animaba la confianza en sí mismo, sino en Dios; lo aclara al decidir enfrentarse con el gigante filisteo Goliat que había desafiado a su pueblo: “El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo”. Cuando se ve incapaz de alistarse con una armadura de soldado, a la que no estaba acostumbrado, prefiere enfrentarlo con un bastón, una honda y cinco piedras; no solo gana la batalla, sino que confiesa delante de ambos ejércitos, su causa: “Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien has desafiado” (1 Samuel 17:37-45).

¿Cuál fue la clave de David para entender sus éxitos? En su historia, se repite como un estribillo permanente: “David tuvo éxito en todas sus expediciones, porque el Señor estaba con él” (1 Samuel 18:12, 14, 28; 16:18; 17:37; 20:13; 2 Samuel 5:10). Consideraba a Dios el centro de su vida y el principio de la sabiduría. Al ser sensible a la influencia del Espíritu Santo, recibió la preparación que necesitaba para cada momento. No tuvo una vida exenta de complicaciones; soportó y cayó bajo tentaciones, pruebas, sufrimientos propios de cualquier creyente, sobrecargado por las responsabilidades de rey en una monarquía teocrática (reinó cerca del 1011 al 971 a.C.). Sufrió el menosprecio de sus hermanos y de los filisteos; perdonó a Saúl, que lo envidió y persiguió, como a  un enemigo sin serlo; fue fugitivo entre su propio pueblo; a cada caída personal, le siguió un profundo arrepentimiento, testimoniado en salmos que todavía hoy, nos motivan a buscar a Dios para obtener su perdón; cada batalla ganada, fue atribuida al poder de Dios; cada derrota, fue asumida sin reparos ni quejas; buscó la dirección de Dios para tomar Jerusalén, para traer el arca a ella; para enfrentar la guerra civil y a cada pueblo enemigo; para reconocer su pecado por desear a Betsabé; para recibir la restauración ante la rebelión de su propio hijo Absalón; para resistir el hambre y la pestilencia sobre su pueblo; incluso para preparar la construcción del templo para Dios, aunque sabía que no la concretaría. Pero, Dios dijo de él: “He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero” (Hechos 13:22). El propósito de su corazón fue servir a Dios. También puede ser el nuestro; Dios nos espera cada día para conducirnos a las mejores decisiones.

                                                                                                           Angel Magnífico

NUESTRO LIBRO A SU ALCANCE



¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”

Acerca del autor

ANGEL MAGNÍFICO

Es Profesor de enseñanza secundaria y especial en Historia y Licenciado en Ciencias Sociales. Actualmente complementa sus veinte años de experiencia docente con la tarea de dirección académica de una importante escuela.

Realizó la conducción y producción de programas radiales, donde se analizaban temas cotidianos desde una perspectiva histórica. Fue productor de libretos multimedia para el aula digital de una reconocida empresa. Dictó diferentes cursos y conferencias referidas a temas de educación, historia y bíblicos. Participó en la publicación de varios artículos y cuentos en revistas, sitios web y libros en colaboración con otros autores.

Ha dado numerosas charlas y conferencias referidas a temas de su especialidad y los relacionados con el sufrimiento humano, analizándolos desde diferentes perspectivas centradas en La Biblia.

Fruto de esas experiencias resulta el ensayo “¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano”.


por_que_sufrimos@yahoo.com.ar

@porquesufrimos

http://por-que-sufrimos.blogspot.com.ar