Ir al contenido principal

¿MIEDO SE SUFRIR?

Pablo aconsejaba a Timoteo: “Pero tú debes mantener la mente clara en toda situación. No tengas miedo de sufrir por el Señor. Ocúpate en decirles a otros la Buena Noticia y lleva a cabo todo el ministerio que Dios te dio” (2 Timoteo 4:5 NTV). Frente a los peligros que acechaban a la iglesia recién formada, el apóstol con experiencia le encomienda a su discípulo que recién dar sus primeros pasos en la fe, varias cuestiones claves que haríamos bien en tener en cuenta y valen para nosotros en la nuestra actualidad:

1. Le pide que se mantenga fiel a la verdad que conoce y no se contamine con el mal reinante. No podemos acostumbrarnos al sufrimiento de esta tierra porque solo somos peregrinos en ella (1 Pedro 2:11). El texto nos enseña a buscar la sobriedad y la prudencia en todo lo que nos toque vivir; a mantener la calma en todo momento.

2. Pero a la vez, nos insta a no tener miedo de sufrir. Dice otra versión “soportar los sufrimientos” (soportar significa resistir, aguantar, sobrellevar, sostener, tolerar; no significa acostumbrarnos, ni aclimatarnos o habituarnos porque no serán para siempre). Dios tiene mejores planes. Quiere enseñarnos que toda causa provoca efectos y a veces son pesares indeseados; en otros casos, nos cargamos de problemas inútiles que nos provocan malestar; el mal y el bien están todavía mezclados en esta vida y todos sufrimos sus consecuencias; ocasionalmente debemos aceptar su disciplina reparadora y también que habrá sufrimientos que ahora no podremos entender. Sin embargo, nada de esto será nuestro destino definitivo.  

3. Mientras tanto soportamos aflicciones debemos dedicarnos a transmitir su palabra más allá de si somos o no pastores, ministros o evangelistas. Lo hacemos a partir de nuestra y testimonio. No podemos esperar a sentirnos bien porque no sabemos cuánto tiempo durará nuestro pesar; mirándolo más allá de ellos, podremos seguir creyendo igual, intentando dar como mejor camino que pedir. Dios nos capacitará y el Espíritu Santo hablará por nosotros.

4. También nos insta a seguir con nuestro ministerio, o sea, con nuestro servicio a otros que será acorde a los dones que Dios mismo nos ha dado. Hay mucha gente que está sufriendo, pero sin esperanza y necesita las Buenas Noticias de salvación y acciones concretas; hacerlo durante el sufrimiento que vivamos es empezar a estar bien y los demás deben saberlo.

Dios está con nosotros en esos malos momentos, aunque no lo sintamos, por eso podemos resistirlos y seguir cumpliendo nuestros deberes como sus administradores. Cuando dejamos de focalizarnos en nuestro sufrimiento, dependeremos más plenamente de la mano de Dios para sostenernos. Cuando nos desenfocamos de nosotros mismos, nos enfocamos en Dios y aunque sigan nuestras aflicciones, tendrán menos poder sobre nosotros. Nuestra atención estará fijada en alguien más grande e importante que nuestro mayor sufrimiento.


                                                                                                         Angel Magnífico

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿POR QUÉ SUFRIMOS? - Respuestas para un mal cotidiano

  Enfrentarse al sufrimiento, es una experiencia desgraciadamente común y reiterada en el ser humano. Aunque por nuestra edad, situación o estilo de vida, todavía no hayamos experimentado una situación personalmente dolorosa, seguramente la hemos sentido al menos con respecto a otros: cuando se produce una guerra o un desastre natural, al enterarnos que un torpe accidente dejó incapacitada a una persona, al morir un ser querido o cuando un llanto desconsolado nos hace sentir impotentes. Todo tipo de sufrimiento parece, moral y racionalmente, incompatible con el concepto de un Dios amante y todopoderoso. Por esto, es importante encontrar una explicación en la propia Palabra de Dios que nos ayude a responder a este interrogante. ¿Por qué sufrimos? Porque a veces, cosechamos lo que sembramos. Leemos en Gálatas 6:7-9: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Este podría ser un primer criterio bíblico orientador, no el único; no absoluto y no siempre aplicable, pero sí,...

NUESTRO LIBRO

“¿Por qué sufrimos? Respuestas para un mal cotidiano” contesta a las preguntas claves que todos nos hacemos en algún momento de la vida cuando un sufrimiento nos atormenta. ¿Qué ser humano está libre de sufrir? El sufrimiento humano es universal y único a la vez, porque cada persona lo vive de una forma diferente. Puede tomar la forma de circunstancias adversas, soledad, tristeza, desgracia familiar, malestar permanente, hambre y sed de justicia, enfermedad, problemas familiares y otras. Estas circunstancias erosionan nuestra espiritualidad o alteran nuestra mente, y sólo aminora si uno le encuentra un sentido a la vida, pues la ausencia de significado hace intolerable cualquier sufrimiento: cuando sufrimos todos nos preguntamos acerca de su por qué. El texto propone todas las respuestas necesarias para resistir al sufrimiento. Combina la investigación académica a partir de la exégesis bíblica (referencia valorada en...