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Mostrando las entradas etiquetadas como Sufrimiento

¿TENEMOS VENTAJAS SOBRE EL SUFRIMIENTO?

  El dolor y el sufrimiento son diferentes. En general, los usamos como sinónimos, pero no lo son. El dolor es algo físico, tiene una función biológica y se origina en determinados hechos que tienen un sentido conocido (tal vez, no para nosotros, pero sí para un especialista; tal vez no en lo inmediato, pero su motivo termina por aparecer). En cambio, el sufrimiento, o dolor psicológico o moral, es algo más complejo y no tiene una función fácilmente observable; no se origina necesariamente en los hechos sino en nuestra reacción ante ellos y carece de un sentido conocido (por eso puede transformarse en tristeza, desagrado, angustia, pesadumbre, consternación o cualquier otra forma de perturbación que nos disgusta y no queremos). El dolor funciona como una alarma preocupante, pero el sufrimiento funciona imponiéndonos disgustos que van más allá de lo manejable, atacando lo mental y lo espiritual. Así, el sufrimiento termina por ser algo más amplio que el dolor: mientras que el dolor...

¿POR QUÉ SUFRIMOS? - Respuestas para un mal cotidiano

  Enfrentarse al sufrimiento, es una experiencia desgraciadamente común y reiterada en el ser humano. Aunque por nuestra edad, situación o estilo de vida, todavía no hayamos experimentado una situación personalmente dolorosa, seguramente la hemos sentido al menos con respecto a otros: cuando se produce una guerra o un desastre natural, al enterarnos que un torpe accidente dejó incapacitada a una persona, al morir un ser querido o cuando un llanto desconsolado nos hace sentir impotentes. Todo tipo de sufrimiento parece, moral y racionalmente, incompatible con el concepto de un Dios amante y todopoderoso. Por esto, es importante encontrar una explicación en la propia Palabra de Dios que nos ayude a responder a este interrogante. ¿Por qué sufrimos? Porque a veces, cosechamos lo que sembramos. Leemos en Gálatas 6:7-9: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Este podría ser un primer criterio bíblico orientador, no el único; no absoluto y no siempre aplicable, pero sí,...