¿Qué es lo más importante de la Navidad? ¿Regalos, decoración, cena especial, familia, amigos, recuerdos? Nada importa más que Jesús. De lo único que no podemos prescindir es de Jesús. Solo el evangelio de Juan habla de su nacimiento de Jesús dando cuenta de origen celestial. En Juan 1:14 dice: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. Algunos sostienen que este capítulo llegó a ser un antiguo himno cristiano que se solía entonar en Navidad porque expresa el origen intemporal y divino de Cristo. De aquí, que Pablo, al referirse al tema, lo describe como un misterio (1 Timoteo 3:16), por lo tanto, nuestra comprensión será bastante limitada al respecto, sin embargo, nos enseña algunos conceptos muy especiales. El texto identifica a Jesús como el Verbo ; no lo hace en el sentido de la filosofía griega que consideraba a esta palabra como símbolo de la sabid...
El llamamiento de Eliseo fue particular: “…Elías pasó junto a Eliseo y arrojó su manto sobre él. Entonces Eliseo dejó sus bueyes y corrió tras Elías. Permítame usted despedirme de mi padre y de mi madre con un beso, dijo él, y luego lo seguiré. Anda, ve, respondió Elías. Yo no te lo voy a impedir. Eliseo lo dejó y regresó. Tomó su yunta de bueyes y los sacrificó. Quemando la madera de la yunta, asó la carne y se la dio al pueblo, y ellos comieron. Luego partió para seguir a Elías y se puso a su servicio” (1 Reyes 19:19-21 NVI). La respuesta de Eliseo, pone de manifiesto su vocación de seguir al profeta de forma inmediata. Elías había sido guiado por Dios. Por eso, le coloca su manto encima de él, apenas lo ve. Un manto de pelo de camello era la vestidura que distinguía a los profeta de aquella época; echar un manto sobre alguien, indicaba posesión. Fue aceptado humildemente por Eliseo, sin discusión ni preguntas; entendió que venía de Dios y se sometía a su llamado; acepta su ma...