Salir de Egipto fue uno de los hitos históricos más importantes del pueblo de Israel. Dios levantó un líder poderoso como Moisés que aceptó plenamente la voluntad de Dios y su misión. Sin embargo, no fue tan sencillo olvidarse de Egipto y dejar de lado sus costumbres, cultura y religión. Salir fue fácil bajo la dirección de Dios, pero olvidar su antigua vida fue difícil. Ante una de las primeras dificultades que encontraron en su peregrinaje por el desierto hacia Canaán, la escasez de agua, le reclamaron a Moisés y a Dios: “¿No somos acaso la asamblea del Señor? ¿Para qué nos trajiste a este desierto, a morir con nuestro ganado? ¿Para qué nos sacaste de Egipto y nos metiste en este horrible lugar? Aquí no hay semillas, ni higueras, ni viñas, ni granados, ¡y ni siquiera hay agua!” (Números 20:4, 5 NVI). Olvidaron los sufrimientos y las lamentaciones de las generaciones precedentes y el por qué habían llegado a esa esclavitud. Invirtieron la carga de la prueba y culpaban a Dios de...
1 Samuel 18 muestra la contraposición entre un hombre que busca seguir a Dios y otro que decide dejarlo provocando divisiones entre su pueblo: David es el que busca a Dios, ex pastor y uno de los jefes militares del rey Saúl; el otro, el que abandona a Dios, es su propio rey Saúl. En contraste con esta actitud negativa, el mismo relato cuenta que Jonatán, hijo del rey, se hace amigo y confidente de David (v. 1-4), todas las tropas admiraban a David (v. 5), las mujeres del pueblo le cantaban a coro (v. 7), todo Judá e Israel, lo querían (v.16), Micol (hija de Saúl) se enamora de David (v. 28). Cada expedición que encaraba David ante los enemigos del rey Saúl, tenía mejores resultados que las de todos los oficiales del rey (v. 30). Esto provocó celos en él (v. 6), envidia (v. 9) y temores (v. 12, 15, 28), al punto tal, que desarrolló una clara enemistad en su contra (v. 29). Todo el bien que David encarnaba era considerado como la encarnación del mal por Saúl. Algo parecido, le s...